La reforma energética de 2013 terminó con 80 años de hermetismo en las grandes actividades petroleras de México.
El próximo domingo 18 de marzo se conmemorará la expropiación petrolera ocurrida en 1938, bajo el gobierno de Lázaro Cárdenas, y que terminó el 12 de diciembre de 2013, cuando el Congreso mexicano aprobó la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto. A continuación te presentamos un recuento de las inversiones detrás del nuevo modelo energético que ha implementado nuestro país.
Estos cambios legislativos dejarán en nuestro país inversiones privadas por 200,000 millones de dólares (mdd) al cierre del sexenio, según las autoridades mexicanas, en un intento por revitalizar la producción petrolera que pasa por su peor momento en 17 años.
Con ocho fases de licitaciones, la reforma energética ha pactado 91 nuevos contratos, en las que participan 69 empresas –33 de ellas mexicanas– con un éxito de adjudicación de 72%.
Los montos más relevantes se concentran en las aguas profundas. Para la Ronda 1.4 se comprometieron inversiones del orden de 34,000 millones de dólares. En la joya de la corona petrolera, el campoTrión, se estimaron 11,000 mdd y en la ronda 2.4 se calcularon desembolsos por 93,000 mdd.
“La cantidad es impresionante. Promete mucho, pero es a lo largo de la vida de los proyectos, entre 25 y 35 años. Hay que ser cuidadosos en cuanto a la dimensión en términos anuales, explica Rubén Cruz, socio líder de energía y recursos naturales para la consultora KPMG en México.
¿Cuánto dinero ha recibido México por la reforma?
La cifra más confiable es la que está reflejada en el Fondo México de Petróleo, dice Cruz.
Este fideicomiso percibe los ingresos derivados de los contratos y asignaciones para diversos rubros, como disminuir los pasivos en los sistemas de pensiones y para investigación en ciencia y tecnología.
Las transferencias del fondo a los ingresos presupuestarios contabilizaron 442,874 millones de pesos (mdp) durante 2017, un crecimiento de 35.6% comparado con 2016, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Las inversiones y recursos para el país aún son menores porque las empresas se encuentran realizando estudios preliminares. Después vendrá una etapa de inversión, exploración y explotación de hidrocarburos, que dura entre cuatro y ocho años donde se detonarán desembolsos más significativos.
En cuanto a aguas terrestres y someras la exploración y desarrollo de los campos es más fácil. Por ejemplo, las empresas Eni y Hockchi Energy comenzarían la producción de crudo en aguas someras durante 2019, como resultado de las rondas 1.1 y 1.2, que paliarán la baja producción histórica que enfrenta Pemex de 1.9 millones de barriles de crudo diarios.
Cierre de sexenio
Aunque los jugadores privados confían en la solidez constitucional de la reforma, el candidato opositor y líder de las encuestas presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, ha prometido una consulta pública para revertir el nuevo modelo, además de revisar los contratos adjudicados a gigantes energéticos como Shell, Chevron y Total .
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Mientras las elecciones presidenciales se acercan, el gobierno mantiene el ritmo: prepara las rondas 3.1, 3.2 y otra más en fase piloto para campos no convencionales, mejor conocidos como gas y aceite shale, polémicos por las implicaciones ambientales que merodean sus procesos de extracción.
En la ronda 3.1 se licitarán licitará 35 áreas en Burgos, Tampico, Misantla, Veracruz y Cuencas del Sureste, donde se prevén inversiones por 3,100 mdd. El fallo será el próximo 27 de marzo.
La fase 3.2 puede generar 3,293 millones de dólares con la adjudicación de 37 áreas terrestres de recursos convencionales en la cuenca de Burgos. El fallo ocurrirá el 25 de julio.
La ronda de shale, que comprende nueve bloques de exploración y explotación en la cuenca de Burgos, Tamaulipas, arrojaría una inversión de 2,300 millones de dólares que detonarían 23,000 empleos directos e indirectos, detalló el subsecretario de hidrocarburos, Aldo Flores. El fallo será el 5 de septiembre.
El gobierno mexicano espera que nuestro país produzca 3 millones de barriles diarios en 2031, que requerirán 640,000 mdd de inversión, y pueda dejar atrás la crisis en la que se encuentra un país históricamente petrolero.
“Estos 10 meses de administración no van a ser solamente de cierre administrativo, sino de consolidación de la reforma energética”, comentó Pedro Joaquín Coldwell, titular de la Secretaría de Energía (Sener), el pasado 8 de febrero.